Preparación, dudas, lo mejor y lo peor de estudiar en Canadá tras pasar por nuestro colegio
En un mundo cada vez más conectado, la capacidad de comunicarse en más de un idioma es una habilidad imprescindible. Junto a esto, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la seguridad en uno mismo resultan clave para desenvolverse en situaciones cotidianas, más aún cuando se trata de la aventura de vivir una temporada en el extranjero.
En el colegio La Asunción de Montilla formamos alumnos capaces de desenvolverse en un mundo globalizado: la experiencia de Sofía Ruz y Paula Ruz nos da pistas sobre la preparación, las dudas, lo mejor y lo peor de estudiar un año en Canadá tras pasar por nuestro colegio.
Nostalgia e inseguridad antes de embarcar
Paula y Sofía se encuentran en Canadá. Paula vive en Newton, un pueblo de Kansas. Sofía está en un pueblo de Ontario y este año en el extranjero disfruta de una Beca de la Fundación Amancio Ortega. Las dos hermanas tuvieron dudas antes de iniciar su experiencia sintiendo el vértigo que produce pensar en un año fuera de casa. “Días antes de irme tenía miedo, pensaba en que iba a estar sin mi familia, amigos, teniendo que desenvolverme en otro idioma… y casi me echo para atrás”, reconoce Paula. “Tenía mucho miedo antes de venir y de hecho pensé en quedarme en España, pero luego te das cuenta de que es una experiencia única”, confiesa Sofía.
Y es que al aterrizar comenzó la gran prueba para ellas: una etapa en la que poner en juego su madurez, su autonomía, los valores adquiridos en su entorno familiar y social, y de igual modo, los conocimientos aprendidos en su etapa escolar.
Inglés, oratoria, apertura y relación
El aprendizaje de inglés en cada etapa de nuestro centro ha sido clave para esta experiencia. Paula explica que “hay muchas palabras y expresiones que cuando las oigo aquí o las uso pienso –esto lo aprendí en el colegio-“, y subraya que aprender inglés desde los tres años facilita la adquisición del idioma para incorporarlo a la vida cotidiana. “Al principio entendía todo aunque no sabía qué decir porque no quería cometer errores”. Pero con el tiempo y confianza “te das cuenta de que hasta piensas en inglés“, añade. Igual le ocurre a Sofía, que siente que puede hablar “sin problema, ha mejorado la pronunciación e incluso hay palabras que ya no sabe decirlas en español”.
Además hay otras prácticas que les han ayudado a integrarse como estudiantes del Bachillerato estadounidense: “Aquí las clases son muy prácticas y a la hora de hacer trabajos en grupo y exposiciones, me ha ayudado mucho mi experiencia en el colegio ya que trabajábamos mucho en equipo y presentábamos a menudo en clase”, afirma Paula. Para ella también hay una similitud entre su High School y nuestro centro, y es la cercanía entre profesores y alumnos. “Se preocupan por ti, preguntan cómo estás, si necesitas ayuda… me ha recordado mucho al colegio”, apunta.
Lo mejor: la gente, los deportes y hasta las asignaturas
Aunque viviendo en pueblos distintos, estudiando en centros diferentes y con familias que en nada se parecen, las opiniones de Sofía y Paula coinciden en muchos aspectos. Lo mejor para ambas es la gente que están conociendo. Empezando por su familia de acogida: en el caso de Paula son 9 en la casa, contando con el perro, la mascota. Y Sofía tuvo que cambiar para poder vivir más cerca de la zona de deportes, salidas y de relación con compañeros. Las dos han sentido muy buena acogida e integración, “son como mi segunda familia”, a pesar de que fuera difícil la adaptación al nuevo horario de comidas, matiza Paula.
Igualmente están encantadas con sus nuevos compañeros de clase, de deportes y salidas… gente que les quedará “para siempre”. A través de la práctica de deportes están intercambiando experiencias muy enriquecedoras. “Una forma de socializar, usar el idioma y tener actividad”, apunta Paula.
Un Bachillerato motivador y diferente
Para Sofía ha sido todo un descubrimiento el plan de estudios del Bachillerato Estadounidense: “las asignaturas son muy distintas a las españolas. Este semestre tengo cerámica, cocina, “fitness” que es como gimnasio y también estudios indígenas, que es como estudiar Historia”, comenta. Y es que el programa curricular de Highschool incluye una serie de materias que prepararan al alumnado para afrontar su vida adulta más allá de los conocimientos básicos académicos.
Esto lo conocemos bien a través del Bachillerato Dual que ofertamos en nuestro centro. Un programa de Academica Corporation que permite a los estudiantes obtener el título del Bachillerato Estadounidense a la vez que realiza sus estudios de Secundaria y Bachillerato en España. El programa curricular del Diploma Dual incluye contenidos interesantes que suponen un enriquecimiento personal y académico. Asignaturas electivas como Fotografía Digital, Criminología, Psicología… que ofrecen un plus de motivación al alumnado y le permiten ampliar su vocabulario.
Estudiar en Estados Unidos está siendo para Paula y Sofía una experiencia única que recomiendan vivir a todos los alumnos que tengan la oportunidad. No es solo por lo que aprenden, sino también por las personas que conocen y todo lo que descubren. Una etapa de sus vidas que les está aportando autoconocimiento y seguridad en sí mismas, les abre la mirada a otra cultura, otra forma de vida y les ilusiona para seguir luchando por las metas que deseen alcanzar.
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